Cosmovisión Aymara
El pueblo Aymara en todos sus aspectos culturales está fuertemente ligado y se siente en general muy identificado con su propia historia. Es decir, la historia de su pueblo se entrelaza y representa fuertemente en su cosmovisión. La cual fue también muy importante y presente en todas sus actividades y en su vida cotidiana. Por lo cual, este pueblo profundizó mucho más que otros de sus pares su cosmovisión y conocimiento
Un gran ejemplo de ello, es el hecho de que aprendieron mediante la observación y el estudio de los cielos para la medición exacta de los ciclos lunares, los movimientos de los astros, del sol. algunas constelaciones. Y quizás lo más importante, la creación de un sistema de calendario basado en el ciclo solar. Mediante el cual podían obtener conocimiento de las lluvias, las nevadas, los cambios climáticos, etcétera que afectarían su vida cotidiana.
De hecho, era un oficio el de observar y estudiar los cielos. Fueron los llamados Amautas o Yatiris quienes estaban encargados de esta tarea y definieron el origen universal partículas divinas salidas de un huracán provocado por los dioses.
Incluso llegaron a conocer en detalle los movimientos de traslación de cinco planetas. Al cielo, la senda por la que viajaban estos "cinco errantes" era un lugar sagrado, que quedó con cuerpos celestes vagando lentamente por él luego del huracán divino. Era llamado HUAYRA-THAKI (camino de los vientos).
Son todas estas leyendas que han pasado por tradición oral hasta el día de hoy por todas las generaciones de Aymara y que aún son respetadas y creídas por los pocos descendientes de este pueblo.
Los Aymaras asocian al mundo humano y terrenal un sistema de espíritus tutelares que interactúan en una suerte de reciprocidad, y que están manifestados en todos los eventios naturales, hasta los más banales.
En las grandes montañas, moran los Achachilinaka, espíritus de los antepasados que recordamos y veneramos y que protegen a la comunidad, los Uywirinaka, espíritus del ganado y los Mallkunaka, protectores locales.
Al mundo humano lo llaman Jaqi, en el cual existen cosas que son sólo prestadas u sólo muestras del mundo no-humano, encontrado en el Akapacha, donde se encuentran los espíritus, dioses o seres no-humanos que coexisten con los humanos.
Pensaban por ejemplo, que algunos animales de ganado eran del Akapacha. Como las llamas y las alpacas.
Un gran ejemplo de ello, es el hecho de que aprendieron mediante la observación y el estudio de los cielos para la medición exacta de los ciclos lunares, los movimientos de los astros, del sol. algunas constelaciones. Y quizás lo más importante, la creación de un sistema de calendario basado en el ciclo solar. Mediante el cual podían obtener conocimiento de las lluvias, las nevadas, los cambios climáticos, etcétera que afectarían su vida cotidiana.
De hecho, era un oficio el de observar y estudiar los cielos. Fueron los llamados Amautas o Yatiris quienes estaban encargados de esta tarea y definieron el origen universal partículas divinas salidas de un huracán provocado por los dioses.
Incluso llegaron a conocer en detalle los movimientos de traslación de cinco planetas. Al cielo, la senda por la que viajaban estos "cinco errantes" era un lugar sagrado, que quedó con cuerpos celestes vagando lentamente por él luego del huracán divino. Era llamado HUAYRA-THAKI (camino de los vientos).
Son todas estas leyendas que han pasado por tradición oral hasta el día de hoy por todas las generaciones de Aymara y que aún son respetadas y creídas por los pocos descendientes de este pueblo.
Los Aymaras asocian al mundo humano y terrenal un sistema de espíritus tutelares que interactúan en una suerte de reciprocidad, y que están manifestados en todos los eventios naturales, hasta los más banales.
En las grandes montañas, moran los Achachilinaka, espíritus de los antepasados que recordamos y veneramos y que protegen a la comunidad, los Uywirinaka, espíritus del ganado y los Mallkunaka, protectores locales.
Al mundo humano lo llaman Jaqi, en el cual existen cosas que son sólo prestadas u sólo muestras del mundo no-humano, encontrado en el Akapacha, donde se encuentran los espíritus, dioses o seres no-humanos que coexisten con los humanos.
Pensaban por ejemplo, que algunos animales de ganado eran del Akapacha. Como las llamas y las alpacas.
gracias.... muy buena informacion...
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